“Muchas veces se
asocia a un artista o grupo con una canción por no tener un amplio repertorio
conocido”; no es el
caso. “La música electrónica no refleja
para nada la realidad social”; tampoco es el caso. No, al menos en nuestro
país.
Decía Alaska en su “reality” que “los artistas no paran, sino que son los seguidores quienes lo hacen”,
refiriéndose al olvido que genera el no estar siempre en el mainstream. La
respuesta a esto es la esencia que hizo y hará que una formación como OBK
(Jordi Sánchez y Miguel Arjona) sea recordada como parte de la historia musical
de nuestro país. Prueba de ello es la constancia en reinventarse y seguir vivo
cuando tu compañía discográfica no apuesta por ti o la inquietud y osadía (en
el buen sentido de la palabra) por buscar nuevos sonidos que hacen que tu
trabajo evolucione. Lo consiguieron en Antropop y justo lo mismo acaba de
ocurrir con De Corazón, su último disco.
En definitiva; OBK es el resultado de un sueño hecho
realidad gracias a la confianza depositada por sus miembros (ahora sólo Jordi) en
su propio talento. “Escúchalo, siéntelo y disfrútalo”*.