Algunos lo asociaréis con el sonido Duffy, Amy Winehouse, o
el fenómeno Adele, aunque, por ahora,
no ha calado tan hondo entre el público español como en gran parte de Europa;
en donde su “Love Me Again” alcanzó los primeros puestos en las listas
y su álbum Tribute sigue el mismo camino.
Mientras emisoras de lo “alternativo” y de lo que “pega”
analizan y pinchan su música, daremos paso a una de las estrellas noveles con
más clase de los últimos años.
Originario de Settle,
un pequeño pueblo de Inglaterra, componía ya a los 14 años. Aprendió a producir
y con 20 se mudó a Londres. Esto le facilitó alcanzar notoriedad en el panorama
musical, concretamente como voz integrante de la banda electrónica Rudimental, con la que obtendría sus primeros éxitos, los cuales, a
día de hoy, son innegables. Seguramente su voz de Soulman y su atuendo hayan ayudado a su distinción, por no
mencionar que además de cantar y tocar, compone, produce y diseña su propia
ropa. Puede que se lo tenga creído, pero yo prefiero llamarlo estilo.